Hace unos años, en un periódico londinense, se publicó la noticia de que iba a ser subastada, por más de medio millón de dólares, una carta de amor de Napoleón Bonaparte. En la subasta llevada a cabo en la capital inglesa, se incluían, además, cartas y manuscritos de valor histórico incalculable. Al parecer, todos estos documentos pertenecían a la colección privada del banquero austríaco Albin Scram.
Además de varios originales de Jorge Luis Borges, Isaac Newton, Federico García Lorca o de Francisco de Goya, la carta de amor que Napoleón le escribió a su por entonces futura esposa, Josefina, fue la pieza más codiciada de la subasta, por la cual se pagó nada más y nada menos que 552.000 dólares (echad cuentas...) El escrito tiene un estilo que revela aspectos poco conocidos de la personalidad de quien fue en su día el emperador de Francia que tuvo en vilo a media Europa. Se han destacado párrafos donde muestra su faceta más románrica, como cuando le dice a Josefina: “Yo te doy tres besos, uno sobre tu corazón,
uno sobre tu boca, uno sobre tus ojos”. Se ve que por entonces desconocía, que la reputación de la joven dama era tan brillante como equívoca...